ACAMPADA – Juniors M.D.

Desde el viernes 4 de marzo al domingo 6 ha tenido lugar la acampada tan esperada tras un año de parón debido a la pandemia, ¡preparada por nuestros juveniles y juvenilas!

Tiempos de juegos, de risas, de oración, de bailes, de reflexión, de encuentro, de celebración y de convivencia, bajo la temática de «Spider-man».

Un fin de semana lleno de emociones, donde los acampados y acampadas tuvieron que reunir valor suficiente para ir cumpliendo todas las misiones que se fueron presentando.

Nada más llegaron se encontraron con un gran problema, y es que habían llegado a la acampada todos los villanos por culpa de unos científicos que estaban experimentando con una máquina que abría portales interdimensionales, ¡qué miedo!
Pero ante esto, acampadas y acampados no nos defraudaron, y consiguieron salvar al científico perdido, demostrándonos que son capaces de enfrentarse a sus miedos y ayudar a otros, aunque eso implique salir de su zona de confort.

A la mañana siguiente, tras dar gracias a Dios, ofrecer el día y ponerlo en sus manos, los juveniles y juvenilas explicaron la siguiente misión: ayudar a Spiderman a capturar a los villanos que entraron por el portal el día anterior. Y aunque no fue fácil, lo consiguieron, y aprendieron que muchas veces, imaginamos los superhéroes como personas inalcanzables, especiales, alejadas de nosotros mismos, les admiramos desde la distancia, sin embargo, no todos los héroes llevan capa, de hecho, el nuestro lleva una cruz. Sí, él es Jesús, quién hizo el acto más heroico que nunca nadie ha hecho y es que, siendo rey, se puso el último y murió para que nosotros nos salváramos ¿Hay acaso un acto más heroico que ese?¿O más increíble? Al igual que los poderes de los superhéroes siempre son vistosos y ensalzados, el poder de los cristianos reside en no presumir ni pretender el reconocimiento del resto sino en hacer el bien y amar al prójimo siguiendo el ejemplo de Jesús cuando estuvo entre nosotros.

Por esto, nuestros acampados y acampadas, siguieron este ejemplo, y decidieron no mandar a estos villanos que habían capturado a su mundo para que continuasen haciendo allí el mal, sino que, estuvieron toda la tarde tratando de conocer la historia de cada uno y averiguar por qué actuaban de esa forma.

Finalmente, descubrieron que cada villano tiene una historia de sufrimiento que le ha llevado a ser como es, que toda esa maldad viene de haber sufrido mucho a lo largo de su vida, y que eso mismo pasa con las personas de nuestro alrededor, que a veces no sabemos por qué actúan así o se comportan mal, y lo que tenemos que hacer es conocerlos e intentar ayudarles. Nuestra misión es ser luz para estas personas y demostrarles que hay una salida siempre, una segunda oportunidad.

Y así, tras superar todas las misiones y aprender de cada una de ellas, llegó el momento de la celebración, ¡y qué merecido!

Nos invitaron a un programa del hormiguero al que fue como invitado estrella Spiderman, además de que pudimos disfrutar del mismísimo Justin Bieber, ¡qué espectáculo!

Reímos como hacía tiempo que no lo hacíamos, bailamos, cantamos y lo dimos todo, hubieron muchos juegos y pruebas para todas las edades, votamos al ganador de eurovisión e ¡incluso se sorteó la tarjeta del hormiguero! Fue una noche muy completa que disfrutamos muchísimo, ¡y en la que nuestros juveniles y juvenilas estuvieron de 11!

Y llegó el domingo, un día alegre, día descanso después del anterior día tan intenso, donde hicimos una reunión en la que hablamos y reflexionamos sobre lo ocurrido el día anterior, sobre las segundas oportunidades, sobre lo que está llamado a hacer el cristiano, dar la vida por el otro, ¡gracias por recordarnos a qué estamos llamados! Nuestros gestos, nuestras actitudes, un abrazo, una palabra, una sonrisa, dar tu tiempo, son pequeñas acciones que nos ponen al servicio del prójimo, y nos recordaron que «nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos».

Finalmente, pusimos fin a la acampada de la mejor manera que sabemos, con lo más importante que tenemos, la Eucaristía. Nuestro momento de dar gracias por la acampada, gracias a Dios por permitirnos realizarla, gracias a las juvenilas y juveniles por todo el trabajo y dedicación, gracias por los amigos y las amigas con los que convivimos, por nuestros monitores y monitoras, gracias por haber podido disfrutar como lo hicimos de ese fin de semana.